Difíciles han sido los últimos años en términos del manejo y conservación de la diversidad de las especies animales existentes.
Nunca antes en la historia hubo tantos seres vivos en peligro de desaparecer definitivamente, ni tampoco eran tantas las amenazas que, simultáneamente, afectaban a los organismos.
Con el objetivo de preservar las especies y fomentar el cuidado y crecimiento de las poblaciones más vulnerables, se han creado en los distintos países algunas iniciativas (estatales y privadas).
Prohibición de caza, vedas, protección especial de los ambientes más vulnerables, instauración de reservas naturales, reducción de las emisiones contaminantes e, incluso, la creación de bancos genéticos que preserven el ADN de los organismos más críticos son sólo algunas de las maneras con que el hombre ha tratado de saldar la tremenda deuda que tiene con el medio ambiente y las demás especies animales.
Principales iniciativas
El establecimiento de parques y reservas naturales en diversas zonas del planeta constituye una de las más efectivas formas de proteger tanto a animales como a plantas de las amenazas humanas. Extensiones que cubren miles de kilómetros cuadrados y otras que no son más que una pequeña superficie sirven como refugio natural de los organismos que lo habitan, estando bajo el resguardo legal y la atenta mirada de quienes están encargados de mantener el equilibrio natural.
Otro de los métodos utilizados para la conservación y aumento de las poblaciones de las especies que se encuentran en Peligro de Extinción corresponde a la crianza en cautiverio y posterior retorno a su lugar de origen. En este caso, las especies son sacadas en un comienzo de su hábitat natural para que se desarrollen en óptimas condiciones y, posteriormente, son regresadas a la vida silvestre. A pesar de no ser un proceso fácil, ya que los animales deben aprender a sobrevivir y adaptarse al nuevo entorno, se conocen experiencias exitosas de pandas gigantes y elefantes, entre otros casos.
También los acuerdos y convenciones efectuados por diferentes países constituyen una manera de aunar criterios respecto de la conservación animal y vegetal.
En este sentido, de gran importancia fue la Cumbre de la Tierra, reunión realizada en 1992, en la ciudad de Río de Janeiro (Brasil), y que contó con la presencia de 180 países, los que debatieron el tema del desarrollo sustentable, enfocados a diversas áreas. Uno de los compromisos firmados fue el Convenio sobre la Diversidad Biológica, instrumento que pretende servir de guía para que todos los países detengan la abrupta pérdida de biodiversidad. Fue el primer acuerdo mundial sobre la conservación, fijando 2010 como año de evaluaciones respecto de su implementación en cada país firmante.
Regulación del comercio ilegal
Las cifras lo demuestran. Se pueden ganar considerables sumas de dinero comercializando especies animales, sobre todo aquellas que se encuentran en serio peligro de desaparecer.
Como una manera de enfrentar este gran problema, que atenta directamente contra las especies existentes, se creó, en 1962, un convenio internacional que tiene por objetivo regular el comercio y la exportación de animales y sus partes (como pieles, cuernos y conchas, entre otros) y que se conoce como Convenio sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres, también denominado CITES, por sus siglas en inglés (Convention on International Trade in Endangered Species of Wild Fauna and Flora). Así, bajo la reglamentación de la CITES, cerca de 5.000 especies de animales y 28.000 especies de plantas se encuentran amparadas.
Para una mejor comprensión, cada especie ha sido agrupada en apéndices según el grado de amenaza. Es así como el apéndice I comprende las especies amenazadas de extinción, permitiendo el comercio de estas especies solo en situaciones excepcionales. El apéndice II incluye las especies que no necesariamente están bajo la amenaza de desaparición, pero en las que el comercio debe ser controlado para no alcanzar una situación de riesgo. Por último, el apéndice III abarca las especies que están protegidas en un país en particular, el que solicita un mayor resguardo de los países que conforman la CITES.
Favorable transformación
Los primeros zoológicos datan de fines del siglo XVIII y formaban parte de las colecciones privadas de muchos reyes o aristócratas, que capturaban a los animales en estado salvaje para su satisfacción personal, introduciéndolos en ambientes poco gratos y que, en muchos casos, provocaban la muerte y aceleraban la extinción de las especies.
Sin embargo, con el paso de los años, los zoológicos mejoraron las condiciones de vida de los animales con que contaban, creando, incluso, pequeñas reproducciones de sus ambientes naturales. Además, actualmente, las tareas de algunos zoológicos no sólo se limitan a la exhibición, sino que también a la investigación y conservación de las especies.